¿Cómo aprenden los niños pequeños?
Si nos centramos en lo que los niños hacen mejor, podemos aprovechar los puntos fuertes del comportamiento humano y, con el conocimiento de la teoría y la práctica, ayudar a los niños a convertirse en estudiantes seguros de sí mismos durante toda su vida. Las investigaciones demuestran que los niños pueden responsabilizarse de su propio aprendizaje de una manera que no se creía posible hace 10 años.
Animar a los niños a ser aprendices independientes significa saber mucho más sobre cómo aprenden los niños que sobre lo que aprenden.
Los niños que son capaces de tomar el control de su propio aprendizaje -incluso en los primeros años- tienen mucho más éxito en su vida posterior: los estudiantes autorregulados se convierten en los que obtienen mejores resultados. No se trata de lo que sabes, sino de cuánto controlas de tu propio aprendizaje.
A medida que los niños se desarrollan más, se dan cuenta de cómo aprenden y pueden controlar su propio aprendizaje de forma más consciente. Esto se llama metacognición, una especie de pensamiento sobre el pensamiento. Para entender mejor la autorregulación de este modo, hay algunos principios psicológicos que debemos conocer porque son la base que necesita la autorregulación para prosperar.
El primer principio esencial es la seguridad y el calor emocional. Esto empieza en el nacimiento, cuando se desarrollan los vínculos seguros con los cuidadores más cercanos, que proporcionan al niño una base segura desde la que explorar.
Las relaciones de apego cálidas y seguras provienen de la calidad y la consistencia de las relaciones tempranas. El primer tipo de autorregulación que el bebé aprende a desarrollar es la regulación emocional.
A medida que el cerebro del bebé se desarrolla, las vías neuronales que más se activan se fortalecen y otras se van marchitando. A medida que los adultos apoyan a los bebés para que regulen sus emociones, el cerebro se desarrolla de manera que el niño se autorregula a medida que estas vías del cerebro se utilizan bien.
La importancia de las relaciones de apego cálidas y de apoyo continúa cuando los niños empiezan la guardería o la escuela: el apego a las personas clave hace que los niños se sientan libres para ser ellos mismos y para jugar y explorar desde una base segura.
Las relaciones de apego cálidas y seguras provienen de la calidad y consistencia de las relaciones tempranas
Motivación
Los bebés están motivados por varios conceptos clave. Se cree que tienen una serie de impulsos innatos: Uno de ellos es la necesidad de tener cierto control sobre lo que les ocurre. Cuando aprenden que lo que hacen tiene un efecto sobre lo que sucede en sus vidas, se sienten motivados a hacer cosas para que las cosas sucedan.
También les motivan los retos y se esfuerzan por encontrar cosas interesantes que estimulen su cerebro en desarrollo. Los bebés también nacen con un impulso explicativo, lo que hace que estén muy motivados para ser curiosos y notar patrones en el mundo y buscar explicaciones.
Aprenden mejor cuando intentan dar sentido a las cosas o hacer algo que es casi demasiado difícil para ellos. A menudo esto se ve favorecido por el apoyo justo de los adultos, lo que Bruner denominó andamiaje. Saber cuándo retirar el apoyo con sensibilidad conduce a la independencia.
La perseverancia y el seguir intentándolo son componentes de la autorregulación y esta motivación es esencial para que los niños aprendan a aprender.
Aprendizaje social
Los seres humanos son criaturas sociales y están adaptados a aprender en contextos sociales. Como subrayó Vygotsky, la mayor parte del aprendizaje se produce a través de la socialización, por lo que tener buenas habilidades sociales y de comunicación es importante para el aprendizaje autorregulado.
A medida que pasa el tiempo, ser capaz de hablar de sus propios pensamientos es importante para que los niños desarrollen la capacidad de regular su propio aprendizaje. El hecho de que los niños hablen en voz alta de sus propios pensamientos sobre cómo están haciendo las cosas les lleva gradualmente a los procesos de pensamiento interno.
Al principio esto no es consciente, pero poco a poco se puede animar a los niños a ser explícitos sobre su propio aprendizaje.
Por lo tanto, el desarrollo de la autorregulación de los niños se ve muy favorecido cuando hay:
- Calidez y seguridad emocional y sensación de control.
- Niveles apropiados de desafío cognitivo.
- Muchas oportunidades y estímulos para hablar y reflexionar sobre su propio aprendizaje.
Con estos elementos básicos, los niños están muy motivados para aprender. Los niños viven el momento y no se preocupan por la vergüenza. No creen que sea demasiado difícil o que no valga la pena el esfuerzo. Los niños se esfuerzan a diario.
Quieren aprender, les sale de dentro. Este alto grado de motivación y la voluntad de no rendirse, sino de perseverar cuando las cosas se ponen difíciles, a menudo parece disminuir, a medida que los niños crecen. ¿Qué es entonces lo que suele frenar el aprendizaje exuberante que vemos en los bebés?
Lo que suele marcar la diferencia son las interacciones con los demás, ya que se anima a los niños a esforzarse y seguir adelante. Los niños que no cuentan con este apoyo suelen perder la motivación para triunfar. Hay que animar a los niños a que sigan intentando cosas y a que prueben diferentes estrategias para que acaben teniendo éxito.
Necesitan la ayuda y el apoyo de sus adultos cercanos. La perseverancia y el seguir intentándolo son componentes de la autorregulación y esta motivación es esencial para que los niños aprendan a aprender. Necesitan tener cierto control y ser capaces de tomar sus propias decisiones. Los adultos pueden animarles a hacerlo.
Lo que los niños sienten sobre sí mismos es la base de todo y saber que pueden tener éxito si siguen perseverando es clave. Es necesario que se impliquen y sean capaces de concentrarse en lo que deciden hacer. El cerebro humano tarda comparativamente mucho tiempo en desarrollarse, de ahí nuestra larga infancia.
Necesita tiempo para desarrollar la capacidad de pensar y aprender eficazmente. La larga infancia tiene un propósito evolutivo. El control general del pensamiento -o metacognición- se desarrolla lentamente en los lóbulos frontales del cerebro. Las conexiones aquí proliferan enormemente durante el segundo año y gradualmente, a lo largo de muchos años, las conexiones se fortalecen y otras se desvanecen.
Jugar
Hay más de una forma en que los niños aprenden, pero una de las cosas que les da opciones a los niños y les motiva mucho es el juego. La evidencia de que el juego es tan importante para el desarrollo y el aprendizaje es ahora abrumadora.
El juego cumple muchas de las condiciones necesarias para que los niños se conviertan en aprendices autorregulados. A menudo les anima a esforzarse hasta el límite de sus capacidades: su zona próxima de desarrollo. A menudo están muy motivados para alcanzar su propia meta. Este no es un objetivo establecido por los adultos, sino un objetivo intrínseco dentro de ellos mismos que les hace querer lograr algo.
No se basa en el elogio general de un adulto, lo que puede obstaculizar el aprendizaje autorregulado. Se sienten en control y pueden participar mucho solos o con los demás. Pueden intentarlo y volver a intentarlo con diferentes estrategias y perseverar sin la sensación de que podrían estar fallando.
El lado social del juego es motivador en sí mismo y el importante papel de la comunicación en el aprendizaje está en primer plano, ya que el lenguaje es una herramienta fundamental para el pensamiento.
